El pasado 29 de agosto, en Ludwigshafen (suroeste de Alemania), se produjo una explosión seguida de un incendio en la planta del grupo químico BASF, que dejó al menos 14 heridos y llevó a las autoridades a pedir a la población cercana que evitaran el contacto con el humo tóxico. El 17 de octubre de 2016, por un siniestro similar en la misma empresa, murieron cinco personas y 28 resultaron heridas.

Ante esto, el Consejo Profesional de Química de la Provincia de Buenos Aires manifiesta que al tiempo que avanza el desarrollo industrial y la actividad productiva se acerca a los territorios poblados- resulta imprescindible comprender que se debe legislar, regular, y hacer operativos controles sobre los procesos químicos-industriales como la manipulación segura  de las sustancias químicas , de modo de garantizar el bienestar de la población y el ambiente.

Al respecto, el presidente de la entidad, Dr. Carlos Colángelo expresó que “lo que ha ocurrido en Alemania recientemente, como lo ocurrido en Beirut tres años atrás, sirve como advertencia para demostrar que nadie está exento de un desastre ambiental y sanitario como consecuencia de un manejo indebido de las sustancias químicas”. 

Asimismo, Colángelo aseguró que “la provincia de Buenos Aires no está al margen de este tipo de accidentes” y recordó que “el Consejo Profesional de Química registra de manera periódica siniestros similares, como el ocurrido hace pocos meses atrás, en la planta de Atanor en la localidad de San Nicolás”. 

Por estos motivos desde esta institución se considera imperioso velar por la plena vigencia y el cumplimiento de la Ley 7020 que rige el ejercicio de la química, y estipula un marco legal y la obligación de matriculación para el ejercicio de la profesión.

En este sentido, también se considera imperiosa la pronta creación de un Registro de Establecimientos que Manipulan Sustancias Químicas, de cara a favorecer la seguridad de la población y el ambiente.

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