El agua contaminada con plomo, una vez tratada con esta esponja, pierde su plomo y pasa a ser potable.
El logro es obra del equipo de Benjamin Shindel y Vinayak Dravid, de la Universidad del Noroeste en Estados Unidos.
«La presencia de metales pesados en el agua destinada al consumo humano es un enorme reto de salud pública para todo el planeta», ha declarado Dravid. «Es un problema que requiere soluciones fáciles, eficaces y baratas. Ahí es donde entra en juego nuestra esponja. Puede descontaminar el agua y utilizarse una y otra vez».
En los experimentos iniciales para verificar la validez de la tecnología, los investigadores probaron su nueva esponja con una muestra de agua del grifo muy contaminada, que contenía más de una parte por millón de plomo. Con un solo uso, la esponja filtró el plomo por debajo de los niveles detectables.
Luego, el equipo enjuagó la esponja con agua ligeramente acidificada, cuya acidez Shindel compara con la de la limonada». La solución ácida hizo que la esponja liberara los iones de plomo y quedase lista para otro uso.
La nueva esponja se basa en una esponja convencional pero está recubierta con una capa ultradelgada de nanopartículas.
Esponjas recubiertas con nanopartículas. (Foto: Caroline Harms / Northwestern University)
DESCUBRIMIENTO
Tras probar muchos tipos diferentes de nanopartículas, el equipo descubrió que un recubrimiento de goethita dopada con manganeso era el que mejor funcionaba.
Las nanopartículas de goethita dopadas con manganeso no solo son baratas de fabricar, fáciles de conseguir y sin toxicidad para el ser humano, sino que además tienen las propiedades idóneas para atrapar selectivamente el plomo del agua.
Futuras versiones de esta esponja extraerán otros metales del agua.
Shindel y sus colegas exponen los detalles técnicos de su esponja en la revista académica ACS ES&T Water, bajo el título “Nano-SCHeMe: Nanomaterial Sponge Coatings for Heavy Metals, an Environmental Remediation Platform”.
Fuente: NCYT de Amazings